GORRIÓN DE INVIERNO
Esta vez no quiso hablar de pájaros, ya volaba. Sus manos eran garras ahora, el plumaje rubio. Cantaba. Y lo supe aunque ya lo sabía:
No se canta lo que se pierde, se canta el deseo. El deseo mismo es un canto. Y tiene fuerza. ¡Cuánta!
Y también alas. Y también vuela.
Kisko :http://locoti.blogspot.com/2012/02/gorrion-de-invierno.html
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